sábado, 24 de diciembre de 2011

Ti voglio bene.

Cada vez que me enfrento a ti, pierdo el alma.
Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, pero yo sí que lo he sabido. El miedo que ha recorrido cada poro de mi piel ha sido la clave para darme cuenta de lo mucho que me has hecho sentir en el último mes. El miedo de perder ese cosquilleo antes de llegar a tu casa, esa seguridad que me da sentirme en tus brazos. Y ahora, chorros de felicidad de saber que todo eso sigue siendo mío, que esas caricias infinitas no han sido las últimas. Tal vez había "ganado" desde un principio, tal vez he sentido miedo a perder algo que realmente ya era mío, pero esto sólo ha demostrado una cosa: Te amo. Te amo y eso no lo cambia ninguna circunstancia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario