martes, 27 de diciembre de 2011

To be STRONG.

Íbamos en el coche dirección El Ejido, de camino a casa por la autovía. No se veía nada, todo lo que se veía era lo que las luces del coche alumbraban, un poco de asfalto. La música nos envolvía, íbamos cantando, cada uno en nuestro mundo. A saber lo que ellos estaban pensando cuando de repente vi la ciudad a mis pies, cuando al final de la carretera empezaron a verse las luces de toda la ciudad. Pude ver cada edificio, cada bloque, cada luz de navidad. Pude ver toda una ciudad que me esperaba, que esperaba que llevara conmigo algo de felicidad. Me sentí pequeña como nunca antes, pero al instante comprendí que yo formaba parte de ese laberinto de calles, de esa ciudad fantasma que esconde un millón secretos. Cientos de calles, de callejones que llevan a quién sabe donde. Esas calles que han sido testigos de "te quiero" que nadie ha oído, de palabras que se ha llevado el viento, de mentiras, de romance, de traición, de peleas. Hagamos de esta ciudad lo que nosotros queremos que sea, hagámosla nuestra.

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