sábado, 10 de diciembre de 2011

To get up.

A perfect day:
Domingo. Me despierto y miro a un lado. Estás a mi lado, dormido. Se me escapa una sonrisa. Me quedo así, mirándote. Veo como tu pecho sube y baja al ritmo de tu respiración. Te despiertas y sonríes. Nos levantamos de la cama y vamos juntos a la cocina. Preparamos juntos el desayuno. Una taza de chocolate caliente y un par de tostadas para cada uno. Vamos al comedor y desayunamos en el sofá, hablando de todo, de lo bien que estuvo la cena de anoche, de lo bien que salió todo. Terminamos de desayunar y nos levantamos para recogerlo todo. Preparamos las mochilas y salimos de casa. Cogemos el coche y vamos camino a nuestro lugar, a aquella pequeña cabaña que tenemos en medio del bosque a 45 minutos. Hemos decidido pasar allí el día, paseando cogidos de la mano y amándonos entre aquellas sábanas. Aquellas sábanas que han visto tantas sonrisas, que han visto todos los cafés que nos hemos tomado desnudos, que han visto todas las veces que después de un estúpido pique hemos hecho el amor. Empieza a oscurecer y volvemos a casa. Llegamos y nos ponemos el pijama. Nos vamos a la cama y no puedo evitar volver a quedarme embobada viendo como duermes. Nunca podré cambiar eso. Verte soñar es la segunda cosa que me hace más feliz. La primera es verte feliz a ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario