Sweet and pure love.

Odiaba cada segundo robado y cada aliento. Odiaba haberlo echado todo por la borda, haberlo estropeado con sus insensateces. Odiaba que todo hubiera acabado de esa manera.
Pero adoraba recordar cada inmadurez que hicieron juntos, adoraba recordar las infinitas carcajadas que se habían dedicado entre beso y beso acurrucados en cualquier rincón de aquella casa. Abrazados, amándose al ritmo de sus acompasadas respiraciones. Adoraba abrazar por las noches el jersey que se quedó con ella, adoraba respirar su olor y empaparse de él. Adoraba sonreír con cada fotografía en la que se habían plasmado tanta cantidad de momentos que jamás se borrarían de su memoria. Adoraba recordarlo todo porque aunque hubiera terminado y ya no sintiera nada, cada uno de esos recuerdos la hacían más fuerte, y todos esos momentos la habían llevado a donde estaba ahora. A ser valiente, a arriesgarlo todo si es necesario.