lunes, 30 de julio de 2012

Where they are right now?

Quiero sentirlas otra vez. No siento sus dedos en los míos mientras camino sola, no siento sus abrazos cuando no estoy en mi mejor momento, no siento sus sonrisas al mirar al aire que me persigue. No siento su magia en cada esquina.
¿Qué me ha pasado? Sé que estoy creciendo, que he cambiado mucho, que ya no soy tan inocente y que mi vida parece haberse trasladado a un universo totalmente paralelo, pero, ¿hasta el punto he llegado en que he dejado de sentirlas?¿Y en qué momento exacto? Echo en falta la sensación de sentirnos juntas en cualquier circunstancia. Sentir sus brazos sujetándome al caer. Necesito mi medicina para la cordura, pero no la encuentro.

miércoles, 18 de julio de 2012

Fall for you

He caído. He caído infinitas veces en un muy corto espacio de tiempo. En 11 meses han jugado conmigo, la distancia me ha jugado muy malas pasadas, me han roto en mil pedacitos y aunque han intentado arreglarme la vida y hacerme feliz, han terminado volviéndome loca y con ganas de olvidarme de todo. Esta noche no voy a escribir mi mejor entrada, ni pretendo hacer que alguien se quede con la cara de bobo delante de la pantalla; esta noche voy a ser yo de una vez por todas, esta noche voy a dejar que sea mi corazón el que hable, esta noche voy a vaciarme porque esto es lo único que me queda.
Mientras escribo estas líneas los auriculares parecen querer reventar con la letra de Thousand years, mis ojos tienen ganas de ahogarse en sus propias lágrimas y necesito esconderme de un fantasma que me persigue desde hace tiempo. Además, esta noche sigue la luna de vacaciones.
Mi corazón no está sano, está podrido de tanto dolor, ya no le queda nada que lo anime a luchar, absolútamente nada. Me han pisoteado y me han humillado. Hace 11 meses se burlaron de mí de forma bestial, aprovechándose de cada beso, aprovechándose de cada mirada. Nunca he demostrado tanto por nadie, pero nadie nunca me ha utilizado de tal forma, nunca nadie me ha hecho sentir tan inferior. Hace 9 meses aprendí que lo que parece un país vecino está a 2200 kilómetros de distancia que no se pueden borrar del mapa, aprendí que el amor es más duro que querer y no ser correspondido, y que duele más sentirte amada por una persona a la que no puedes tocar, ni ver, ni si quiera escuchar. Hace 6 meses me rompí. El recuerdo de como fueron los meses desde aquel tétrico 21 de Enero hace que me de un vuelco el estómago. Nunca he querido a nadie con tanta fuerza, nunca me han roto así. Me han hecho daño, me han defraudado; pero aquella me vez me rompieron como si fuera una muñeca de porcelana. Me entraron ganas de arrancarme el corazón y enterrarlo para no volver a permitir que jugaran más con él. Fueron 6 semanas de despertarme a las tantas de la madrugada y encontrarme empapada en sudor y lágrimas por las pesadillas. Pasé 6 semanas escondida en mi sombra sin poder si quiera mirarme al espejo, huyendo de los fantasmas que me perseguían a cada paso que daba, acurrucándome en cada silla, en cada rincón; deseando hacerme pequeña hasta desaparecer del mundo, porque el mundo había dejado de tener hueco para mí. No quería ver ni a mis mejores amigos, que me dejaron sola. Creo que en parte también fue culpa mía, creo que a lo mejor incluso les exijí demasiado. Me escribí cartas a mí misma que quemé, y otras tantas que siguen escondidas. Quemé fotos, quemé cartas que nadie leyó; intentaba quemarme a mí misma, intentaba quemar el dolor y las ansias de vida. Y a cada día de lluvia subía a la terraza y aun muerta de frío, lloraba y disfrutaba del olor a una vida que huía de mí. Las ojeras me delataban y había alguien a quien yo no podía engañar, pero nunca me he cerrado tanto; se me juntaron demasiadas cosas. Hace poco menos de un mes volví a ilusionarme, volví a abrir los ojos viendo así algo de luz. Besos, caricias, canciones, películas, sonrisas, llamadas, sms. Y algún que otro amanecer juntos. Jamás entenderé cómo una persona es capaz de imaginar tanto con tan poco, pero yo empecé a ser feliz. Aún no sé por qué, de verdad que no lo sé, pero no ha salido para nada como yo imaginaba. No hemos arriesgado, no hemos luchado. De la noche a la mañana todo ha cambiado, pero ¿sabéis qué? Soy fuerte. Vale sí, no estoy en mi mejor momento, me duele a veces pensar en él, pero puede contar conmigo y Dios, no me había dado cuenta de lo fuerte que soy, de lo mucho que puedo soportar. Hoy os puedo asegurar que soy otra persona. Hoy no me hundo, hoy salgo adelante, hoy lucho por mí. Durante estos últimos meses me he dado cuenta de que he permitido que hicieran conmigo lo que quisieran, he permitido que me rompieran en mil pedazos, pero hoy no más. Hoy miro al cielo oscuro de la noche y aunque no haya luna me doy cuenta de que aunque no tengo claro cómo,qué o quién soy, soy yo. Soy una persona que arriesga, que va hasta el final, que valora lo que tiene y lo que tuvo y perdió, y aunque me vea aquí, rodeada de un mundo que creo que no me termina de gustar y que pretende hundirme en lo más hondo, es mi mundo y por ahora, he ganado todas las batallas. Queda mucha guerra por delante, no debo confiarme, pero no me rendiré nunca.
Seas quien seas, si te has decidido a leer la historia de mi vida, quiero terminar diciéndote algo. Me llamo Inma Soriano López, tengo 16 años y mi vida hasta ahora no ha sido del todo fácil. He estado muchísimo tiempo perdida entre canciones que me han hecho llorar y escribiendo cartas que nadie ha recibido buscándome a mí misma, buscando algo por lo que merezca la pena seguir adelante, y hoy me siento orgullosa de poder decir que he luchado y he seguido adelante, contra viento y marea, por mí. Cómo dije hace unos meses, podrán clavarme mil puñales que yo tengo mil y una curas

martes, 3 de julio de 2012

Soulmate

Sentí tus dedos por la espalda, por cada milímetro de mí estabas tú. Sentí escalofríos con cada roce de piel, con cada mínimo contacto. Sentí cómo se erizaba mi piel cuando acariciaba tus labios, cómo con cada sonrisa nos apreciábamos más. Con tu susurro sentí que se me escapaba el alma, que dejaba de pisar el suelo para volar entre nubes dejando al tiempo que pasara sin que ninguno nos diésemos cuenta. Pasaron horas y más horas y entre canciones, besos, secretos y caricias nos sentimos empequeñecer cuando llegó el momento de decir adiós. Estoy cansado de despedidas. Y yo también. Por eso no dije adiós, dije hasta luego.Y caminé sintiendo tus dedos entre los míos y tus besos en el cuello; y tu olor no se iba de mí. No sé si parar esto que va a acabar haciéndome daño o seguir con esta magia que nos hace únicos.
Me enamoro. De ti.