domingo, 9 de diciembre de 2012

Soulmate

Esta noche me absorben los recuerdos y aunque debería estar sumergida en pleno siglo XIX, mi pasado y mi presente gritan con más fuerza. Además, hace ya varios días que no me fijo en luna y dice que me echa de menos.
Hoy se ha vuelto a ir. Creo que él no lo sabe, y si lo sabe no se lo cree, pero todo es más difícil cuando no está cerca mía. No hay un sólo segundo al día que no lo tenga presente, y todos los días hay alguna que otra canción que quisiera susurrarle al oído. Mi rutina se resume a echarlo de menos a cada instante, a imaginarlo sonriéndome cuando estoy mal y a imaginarlo dormido entre mis sábanas todas las noches. El frío es más frío cuando lo siento lejos y está siendo el otoño más frío desde que me llega la memoria.
Quedan 12 días de espera. 12 días para que no tenga que imaginarlo a mi lado, será real. 12 días para perderme en sus ojos, para acariciar sus manos, para hacerle cosquillas, para escuchar su risa y para intentar hacerlo todo lo feliz que pueda.
Podemos con todo, amor. Con todo.

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