jueves, 31 de enero de 2013

Soulmate

Te ansío. A cada instante, a cada suspiro. Me he acabado acostumbrando a buscar tu mirada entre los ojos de los demás aun sabiendo que no vas a aparecer, a abrazar tus recuerdos, a buscar tu olor, a recordar tu tacto.
Te extraño. A cada instante, a cada suspiro. Jamás me acostumbraré a despedirme, a dejar que vuelvas a subirte al autobus, a tener consciencia de que estás a 189 jodidos kilómetros, a sólo poder escuchar tu voz a través del maldito teléfono.
Te necesito. A cada instante, a cada suspiro. Me he acostumbrado a reírme contigo, a encontrarme entre tus brazos, a encontrarte entre mis brazos, a desordenarte el pelo, a verme reflejada en tus ojos, a cantarte al oído, a escucharte cantar, a acabar por el suelo, a acabar entre las mantas de tu sofá, a volver a casa de madrugada, a verte caer dormido, a verte mientras sueñas, a verte amanecer.
Cada 23 segundos mi corazón se vuelve más pequeño si no estás, empequeñece y se vuelve frío e insensible, pero siempre apareces en el momento justo, haces que en cada reencuentro mi corazón sea un nuevo big-bang. Me devuelves la sensibilidad, el calor, la paz, me devuelves la coherencia y la consciencia de un amor que definitivamente ha roto todos mis esquemas. Mi paz y mi guerra.
Te vería cada día amanecer.

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