lunes, 8 de abril de 2013

Día XIII

Día trece, aumento de la mala suerte.

Hoy ha sido un día duro en todos los sentidos, estoy rodeada de parejas felices y de chicas que vienen ilusionadas a pedirme consejo para los regalos a sus amados por cada mesiversario. Y yo no puedo parar de pensar que pronto empezaría mi cuenta atrás para sumar un mes más a tu lado. Además hoy Irene se me ha venido abajo, hoy su novio la ha dejado. Ha venido, me ha abrazado y se ha echado a llorar, se me ha venido el mundo encima de verla así, estamos ambas igual. Detesto esto, la continua sensación de malestar, la tortura psicológica de seguir intentando tener constancia de cada paso que das.

Te odio. Te odio por haberte marchado, te odio por haberte despedido, te odio por rendirte, te odio por dejarme dormir abrazada a tu sudadera, te odio por no luchar por mí. Te detesto. Te detesto por conformarte, te detesto por echar por la borda todo lo que hemos vivido en un instante, te detesto por haber dejado que te viera llorar, te detesto por llamarme, te detesto por hacerme feliz todavía, te detesto por seguir en mi cabeza a cada minuto del día, te detesto por seguir aferrado a mi corazón, te detesto por dejar aquí a tu fantasma persiguiéndome, o persiguiéndolo yo.

Te quiero. Te quiero por seguir siendo fiel a ti, por ser tan fuerte, por ser tan valiente, por seguir pensando en mí y no olvidarme al instante, por hacérmelo todo más fácil, por hacerme reír cuando no puedo con mi alma aunque ni lo sepas, por ser quien menos debería y quien más me está dando fuerzas, por haberte marchado tú y no hacer que fuese yo quien se fuera, por dejarme dormir abrazada a tu sudadera y seguir soñando con tu voz, por seguir recordando todos nuestros detalles, por haber dejado que te viera llorar y no esconderte, por llamarme, por hacerme feliz todavía, por seguir en mi cabeza a cada minuto del día, por seguir aferrado a mi corazón, por dejarme al menos a tu fantasma. Te amo, te amo por ser tú, por permitirme seguir soñando con tu voz, con tu olor, con tu pelo, con nosotros.

Cuanto queda de los dos es cuanto queda de mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario