martes, 28 de abril de 2015

.

You know someone said that the world's a stage
And each must play a part.
Fate had me playing in love you as my sweet heart.
Act one was when we met, I loved you at first glance
You read your line so cleverly and never missed a cue
Then came act two, 
You seemed to change and you acted strange
And why I'll never know.
Honey, you lied when you said you loved me
And I had no cause to doubt you.
But I'd rather go on hearing your lies
Than go on living without you.
Now the stage is bare and I'm standing there
With emptiness all around
And if you won't come back to me
Then make them bring the curtain down.

lunes, 27 de abril de 2015

I'm feeling.

   Obligados a sumergirnos en nuestra propia esencia. Un ambiente que tienta a sumirse en nuestros propios pensamientos, en nuestra oleada de ideas. Las velas parecen mostrar nuestra oscuridad interna; fluimos en sintonía con nuestros demonios, aprendiendo a llevarlos agarraditos de la mano para poder sobrevivir.

   La música nos envuelve, suave, volviéndonos totalmente sumisos, arrullándonos, meciéndonos en nuestra cuna. Hace que se eleven nuestras energías, que viajen por diferentes corrientes del universo formando una única (y excepcional) conexión trascendental.


 -Huele a lugar
encantado y
a entorno plagado
de electricidad.-



Madrugada del 25 al 26/04/2015, noche intercultural. Paseo de los tristes.

Couler.

   Sol que abrasa; césped que acaricia. Delante mía un cuerpo toca el acordeón. Un alma libre que está volando y me arrastra con ella. Una melodía con aire francés hace de banda sonora a todas las mentes del lugar. Cada nota se adueña del entorno y nos envuelve los tímpanos.




20/04/2015, Parque Federico García Lorca.

Grisâtre.

   Hay días de luz tenue, de dejar que Yiruma acaricie los tímpanos y cerrar las persianas. Hay días que es mejor esconderse y no crecer de los demás, sino de uno mismo.

   En algunos momentos, aunque desgarre, es preferible hurgar en la herida y hacerla sangrar, llenarse las manos de pena y vaciar los ojos. Hay que dejar volar también la destrucción y la ruina, y vestir el alma de negro. Refugiarse en las sombras de nuestros abismos internos. Hay que dejar salir al dolor, mimarlo y arroparlo.

lunes, 20 de abril de 2015

Withered.

   Comienzo por el principio.

   Hoy, 21 de Abril, justo hace un año, estaba echando mi vida a perder. Por primera vez en mi vida fui débil y me rendí de mí. Dejé de lado todo lo que era, dejé de leer, de escribir, e incluso de sentir. Olvidé todo lo que era importante.

   Mentira.

   No lo olvidé. Lo dejé estar, apartado y escondido, casi como si no existiera.

   Caí en un bucle. No hacía más que intentar olvidar toda mi existencia, cada motivo de preocupación, cada insignificante circunstancia que pretendiese hacerme pensar. Me negué a mí misma que había algo más allá de -. Mi día a día jugaba a ser un no parar de ilegalidad directa a mis pulmones, un permanente estado de inutilidad, de ingravidez mental. Sin embargo, llegaba la noche. Y yo no hacía más que colarme entre las sábanas y notar como las paredes se hacían más y más pequeñas hasta asfixiarme. Cuántas torturas psicológicas habrá soportado aquella almohada. Era tan jodidamente consciente de lo mal que lo estaba haciendo, de lo mal que podía acabar todo aquello...                                                        Y me era tan indiferente. Hice tanto -demasiado- daño a personas tan importantes para mí que me siento ruin, despreciable e incluso indigna.

   Qué cobarde. Me veo ahora, con perspectiva, y qué cobarde. Pero qué necesario. Tenía que ocurrir, tenía que caer de lleno a aquel precipicio, aquel averno de frustraciones. Debía aprender lo que es estar tan abajo, perdida en medio de toda aquella inmensidad. 

   Qué cobarde. Y qué irreverentemente afortunada. Hicieron tanto -tantísimo- por salvarme.

   Ahora me asombra comprobar las consecuencias. Me miro y veo toda la capacidad que he perdido de sentir. He llegado a sentir hasta rabiar, como una loca, casi como una enfermedad. Sentir, sentir, sentir. Y me es tan difícil. Hasta hace poco más de un año me revolvían las tripas los sentimientos. Si mirabas bien los poros de mi piel podías saber lo que sentían mis venas, porque lo desbordaba. Es tan complicado llorar -ya sea de felicidad infinita o no-. Llevo más de un año sin llevarlo todo a extremos. No hay felicidad extrema, no hay pena extrema, ni si quiera hay amor extremo, para nadie. Me he apagado. Todas aquellas jodidas decisiones que tomé me han apagado, y al encenderme ya no es como antes. No soy.

   Me he jodido pero bien.

   De alguna forma hoy soy capaz de verlo. Tengo la oportunidad de arrepentirme el resto de mi vida. Tengo la posibilidad de no ahogarme (más aún). Quiero volar. Y recuperarme, todo lo que pueda, aunque no lo consiga del todo.

   Todo, absolutamente todo, va a ser mejor que volver a aquello.

domingo, 12 de abril de 2015

Stay hungry, stay foolish.

   Me he encontrado un espejo que sutilmente me pregunta porqué soy. "Soy para crecer, exprimir y empaparme. Soy para aprovechar oportunidades, para darme a aquellas disimuladas esencias que me abran sus puertas y para devorar almas que sepan volar".

   Me he encontrado una sombra que de forma delicada me pregunta quién soy. "Ahora, justo ahora, soy unos bolsillos llenos de piedras y una espalda cargada de mentes vacías que convierten en tarea de titanes mi avanzar. Soy mi propia consciencia recordándome todos mis errores -que han sido también algo de acierto- y todo aquello que ahora persigo. Soy una luz que me grita no que vacíe mis bolsillos sino que empiece a caminar desnuda y libre. Soy mi inconformismo, mis tremendamente infinitas ganas de fluir en sintonía con las nubes, mi hambre insaciable de ideas. Soy mis pequeñas dosis de realidad, mi imprudencia, mi arriesgarlo todo y perder y seguir apostando. Y ganar.

   Soy mi lucha.

   Esto soy ahora, justo ahora. Mañana vuelve a preguntar."

Y .

"Despierten mentes dormidas, queremos seguir soñando"

miércoles, 8 de abril de 2015

I keep cruising.

   Silencio.

   Detente, calla todo tu entorno aunque grite. No prestes atención a todo lo que no seas tú mismo.

   ¿Puedes notarlo? Late el corazón, vibra dentro de ti, fuerte. Intenso. Y quiere que lo escuches, que te escuches. Cualquiera puede oír lo que hay fuera, pocos podemos escuchar lo que hay dentro.

   Mi corazón (y todo lo demás dentro de mí) quiere fluir. Desprender luz, desprenderme. Quiero palparme las dudas, acariciarlas, mimarlas, dejarlas estar, y saciarlas y calmarlas sin prisa. Quiero hacerme con mis ganas de ser, con mis ganas de crecer. Seguir desenredando infinitos, poder hacer que más ojos se vacíen sobre mí, desanudar almas.

   Tengo tanto que comer(me), alcanzar(me), descubrir(me).

lunes, 6 de abril de 2015

Pantera.

"Que no discutes con los pájaros
porque sabes que hasta los buitres tienen razón
y que tus piernas largas
dibujan signos de pregunta
que la vida se niega a responder."

jueves, 2 de abril de 2015

Sobre una mañana cualquiera al sol.

   El cielo me sonríe, azul. Las montañas me protegen las espaldas. No hay nubes pero sí las hay, sutiles y frágiles como si las hubiesen pintado sin llegar a tocar el lienzo. El viento me despeina delicado mientras el sol derrite mis dudas infinitas. Que ya no existen.

   Tengo tantas ganas de volar.

miércoles, 1 de abril de 2015

Etérea.

   Esta tarde al sol me salgo, de mí, para verme desde fuera. Mientras suena Bistro Fada se me escapa una sonrisa, entretanto la gente pasea dos pisos por debajo de mis pies y me miran y puedo intuir en cada par de ojos un atisbo de curiosidad de "¿qué le hará ser tan feliz?". Me siento Amelie, soñadora.

   Tengo al alcance de mi mano un puñado de colores para elegir cómo quiero pintar mi vida. Sin embargo, vuelvo a salirme de mí y me acaricio con sutileza, y sin darme cuenta vuelvo a sonreír y dejo caer de lleno mis manos en pintura y salpico mi vida de todos los colores. Y miro todo aquello que mis ojos alcanzan a ver y me siento dentro del impresionismo de Monet, atestada y pletórica de colores chispeantes. Colmada de luces.

   Entonces entiendo que he dejado de caminar por una sinuosa y solitaria carretera. Puedo notar que estoy cruzando la línea de meta, pero que he estado muy equivocada. Cuan gratificante es saber que nunca voy a llegar a conocerme en mi totalidad, que sigo creciendo día a día, que avanzo.

   Y lo que ayer me aterraba de una manera descomunal, no encontrarme, hoy me hace querer explotar de felicidad. No me estanco, no dejo de empaparme de todo cuanto me hace prosperar.

  Tengo ganas de dar(me).